El niño Brodi, nacido en Bariloche, no sabía que aquel partido imaginario resultaría fundacional para su existencia. Su vida profesional está atada al club Cipolletti y también su vida personal, su esposa, Mabel, vivía frente al estadio La Visera de Cemento.

Relator, redactor, comentarista, Brodi vivió como pocos los años de gloria del club y ahora lo volcó en un libro en catorce cuentos y/o relatos con información y con hechos, pero también ficcionado. Es que hay muchos recuerdos en este libro y los recuerdos, a veces, son trampas que nos hacemos a nosotros mismos, como dice Eduardo Sacheri. Recordamos lo que creemos que pasó y no lo que realmente pasó.

“Este libro es un intento de repasar aspectos más relevantes, aunque subjetivos, de la historia de los últimos cuarenta y siete años del club, si se toma como fecha de inicio del profesionalismo en la institución aquella tarde del 19 de agosto de 1973, cuando por tiros desde el punto del penal, Omar Perales le dio el pasaje al primer torneo Nacional de fútbol de Primera división”, explica el autor.

Se trata de catorce cuentos y relatos que apuntan a marcar algunos momentos por lo que pasó la institución y en fútbol regional. Triunfos históricos, momentos de alta intensidad emocional, hechos frustrantes y lamentables, junto al reconocimiento de varias de las figuras que contribuyeron a la grandeza de la institución, y de la época más brillante del fútbol zonal.

También hay dos cuentos que no tienen que ver con el club, aunque sí, “con nuestro sentimiento futbolero, además con una mirada sobre la riqueza económica que varias décadas atrás tuvo la zona”, detalla Brodi.

Momentos salientes, figuras emblemáticas y hechos que conviven en el sub mundo del fútbol, son parte de esta mirada ficcionada y distinta que se podrá leer en “Cipo: la razón de su grandeza”.

"Viví una etapa inolvidable que va de la mano con el momento brillante de Cipo. Unos diez años entre los 70 y 80 donde ir a transmitir a Cipo era un orgullo y reconocimiento en todo el país. Eso nos abrió puertas laborales en donde fuimos reconocidos en todo el país”, evoca el periodista.

Sobre los momentos clave de su historia como hincha “me quedo con el partido de Bahía Blanca (ante Huracán de Comodoro Rivadavia), pero no puedo dejar de lado la clasificación en Junín, algunas victorias épicas en el Nacional B y un par de encuentros ganados en el Luis Maiolino (de Roca), que por razones obvias, me permitieron festejar recién cuando llegué a Cipolletti”, afirma el hombre que fue la voz de LU19, como comentarista junto a Néstor Radivoy y luego como relator. Su voz ha sido un sello en otras emisoras como por ejemplo las FM Creciendo y Galas.

-¿Qué cuento es el que elegirías del libro?

- De los cuentos, por tratarse de una historia no del todo conocida, El Treinta creo que refleja una etapa del fútbol de nuestro país donde las relaciones clubes-AFA cobraban un valor superior y la ausencia de redes, televisión y tecnología permitía licencias que hoy probablemente puedan seguir existiendo, pero con otros mecanismos.

Siempre es interesante hablar de fútbol con Brodi. Sabe. Pero además existe algo especial. A pesar de los años y del extenso recorrido (en el libro hay verdaderas revelaciones), el hombre conserva la candidez del hincha genuino, y esa pasión sobre la que tanto se ha escrito. Es que en ese aspecto Lalo Brodi no ha dejado de ser aquel purrete que jugó su primer gran partido en las gradas desiertas del viejo estadio albinegro.