Han pasado tres años del asesinato de Lucio Dupuy. El 26 de noviembre de 2021, en La Pampa, el niño fue agredido, abusado y asesinado. Dos mujeres fueron las autoras de este tremendo crimen, que marcó un antes y un después en la historia del horror de la Argentina: su madre, Magdalena Espósito Valenti, y la pareja de esta filicida, Abigail Páez.

Una ley lleva ahora el nombre Lucio. Los abuelos del chico no descansan, recorriendo el país para concientizar y conseguir modificar normas y costumbres que todo el tiempo crean situaciones parecidas a las que derivaron en aquel asesinato. Quedan pendientes, además, causas en la Justicia contra personas que pudieron hacer algo para impedir la temprana muerte, y no lo hicieron.

Cuando hicieron la autopsia, el cuerpo de Lucio presentaba muchas lesiones evidentes. Golpes, mordeduras y quemaduras de cigarrillo en zonas íntimas. Se estableció entonces que había sido víctima de abusos sexuales.

A mediados de febrero de 2023 el Tribunal Oral de Santa Rosa sentenció a prisión perpetua a Valenti y Páez. En diciembre del mismo año se dio por iniciado el jury contra la jueza Ana Clara Pérez Ballester y la asesora Elisa Alejandra Catán por “no cumplir con su labor profesional” para evitar la muerte del chico. Fueron absueltas.

En medio de esos juicios, el Senado aprobó la Ley Lucio, que establece un programa de capacitación obligatorio y permanente en cuestiones vinculadas a la prevención y detección temprana de violencia contra la niñez.

En estas cuestiones andan sus abuelos. Y todos nosotros, algunos más, otros menos, intentando que nuestros niños puedan disfrutar su infancia, no padecerla.

FUENTE: Mejor Informado