Moscú enfrentó hoy un asedio por parte de casi una docena de drones ucranianos. Se trató del mayor ataque de este tipo contra la capital rusa desde el inicio de la guerra en 2022. Es el último de una serie de ataques ofensivos sorpresa lanzados por Ucrania mientras Kiev busca aprovechar el impulso generado por su incursión sorpresa en territorio ruso a principios de este mes.

Las defensas aéreas rusas derribaron 45 drones ucranianos en cinco regiones rusas, dijo el miércoles el Ministerio de Defensa de Rusia, informó la agencia estatal de noticias rusa TASS.  Eso incluyó 11 drones derribados sobre la región de Moscú, 23 sobre la región de Bryansk, seis sobre la región de Belgorod, tres sobre la región de Kaluga y dos sobre la región de Kursk.

"Este es uno de los mayores intentos de atacar Moscú con drones jamás", escribió el alcalde de Moscú, Sergey Sobyanin, en una publicación de Telegram.

Rusia lanzó su propia andanada de ataques aéreos contra Ucrania durante la noche. La Fuerza Aérea de Ucrania dijo en una publicación de Telegram el miércoles que había destruido 50 de los 69 drones rusos lanzados por Moscú durante la noche.

La ofensiva ucraniana en la región rusa de Kursk ha proporcionado un muy necesario impulso moral a las fuerzas ucranianas, al tiempo que ha dejado a Rusia luchando por responder.

Una nueva evaluación publicada el martes por el Instituto para el Estudio de la Guerra señaló que Ucrania continúa logrando avances en Kursk y las fuerzas rusas continúan redesplegando unidades para obstaculizar la ofensiva.