Un hombre procesado por hurto de vehículos con múltiples antecedentes de sustracción de rodados se fugó de la comisaría 44°, que activó rápidamente una intensa búsqueda. También se abrió una investigación interna, para revelar las causas que posibilitaron su huida.

El joven, identificado como Francisco Ernaldo Tartaglino, de 25 años, estaba cumpliendo su prisión preventiva en la unidad desde hacía meses. Se hallaba en la comisaría debido a que en ocasiones (y como consecuencia de la superpoblación carcelaria) muchos detenidos son derivados a esas dependencias.

Tartaglino se escapó el miércoles, cerca de las 22.20', a través del ventiluz de un baño. Para hacerlo logró quitarse las esposas, y se las ingenió para escabullirse por la abertura.

Estaba en un área alejada del contacto con otros detenidos, a la que se lo había confinado por generar conflictos entre sus compañeros de celda.

¿Un maestro de la fuga o pésimas condiciones de seguridad?

El procesado, en octubre, ya había logrado fugarse de otra comisaría. Logró huir de la unidad 3° del barrio El Progreso, usando los restos de una botella plástica que le habían pasado para hidratarse. Con esos pedazos, forzó la cerradura de su celda.

Sin embargo, más que marcar la habilidad de Tartaglino para burlar controles, muchos remarcan las deficientes normas de seguridad de los destacamentos. Que, en realidad, no están pensados para albergar detenidos por largos lapsos, porque para eso existe el sistema carcelario. Hoy, el déficit de ese sistema trae múltiples consecuencias.

Volviendo a la fuga, la búsqueda del joven sigue activa, y aún no arrojó resultados. El procesado mide 1,80, es robusto, tiene pelo negro ondulado y ojos marrones. La comisaría 44 solicitó que cualquiera que pueda aportar datos sobre él se comunique al (299) 4440282.