HISTORIA DE VIDA
25 de junio de 2020
Mica, la joven cipoleña que festeja el milagro de estar viva
Mica es la joven que hace un año estuvo al borde de la muerte tras sufrir un grave accidente en bicicleta. Hoy festeja la vida y su nuevo emprendimiento que nació con la pandemia: Cámica.
Hace un año atrás, la joven Micaela Mullally (25) sufría un gravísimo accidente al chocar de frente contra otro ciclista, mientras transitaban por la bicisenda en inmediaciones de Puente 83. Su cabeza golpeó de lleno en el cemento y sufrió una triple fractura. Estuvo 20 días en coma farmacológico. Al despertar, todavía bajo los efectos de la anestesia, pensó que habían abusado de ella y preguntaba a su madre qué había pasado con su cuerpo.
Mica no recordaba nada de lo que había sucedido, ni entendía nada, por qué la habían pelado y una cicatriz cruzaba su cabeza. Se preguntaba si iba a volver a crecer su pelo y no tendría secuelas.
Con los días, fue procesando la situación y estuvo varios meses para recuperarse. Algunas veces soñó con perros que la guiaban y se aferró a una tortuga de peluche para transmitir todo lo que veía en la sala de terapia, lo que sucedía con otros pacientes, mientras permanecía despierta.
Hoy cumple un año más de vida, a un año del accidente que la marcó para siempre y le enseñó a vivir de otra manera. Por eso, festeja la vida y agradece el apoyo de su familia, de sus amigos y conocidos. Agradece la buena onda de gente que ni imaginaba que pudiese solidarse con ella y abarrotaba los pasillos de la sala donde estuvo internada. En especial, le da las gracias a ese amigo que estuvo con ella cuando iba en bicicleta, que la sostuvo en los momentos más críticos y la ayudó a reconstruir una pieza fundamental en su historia de vida.
"Hoy se cumple 1 año de mi accidente, donde ni yo me lo creo", sostiene en uno de sus posteos. "Acá estoy, como siempre, intensa. Porque si esa loca vida me dio la posibilidad de volver a contarla, vos a aprovecharla", agrega la joven de 25 años.
En diálogo con LMCipolletti, Mica confesó que los festejos comenzaron anoche. Hace días que venía escribiendo distintos posteos para expresar todas las emociones que la desbordan un 25 de junio. "Mucha gente me escribió y estoy muy agradecida. Hoy vivo el accidente como un aprendizaje de vida", comentó.
Todavía le cuesta creer que estuvo tan cerca de morirse o de terminar en estado vegetativo. Pero tiene conciencia plena de lo que vale la vida y de que a veces es necesario hacer una pausa para descansar y seguir camino con más fuerza.
"Yo vivía a mil. No paraba un segundo. Con lo que me pasó, me dí cuenta que a veces hay que detenerse, descansar un poco, escuchar el cuerpo. Aprendí a parar y tomarme la vida de otra manera", contó Mica.
Todavía Mica tiene algunos coágulos en su cabeza que se supone que irán desapareciendo con el tiempo y tienen que ser examinados cada seis meses. Por lo demás, es una joven muy afortunada de haber sufrido otros inconvenientes. Se puede desenvolver con normalidad y sigue apostando al diseño gráfico, una pasión y un trabajo que ni la pandemia puede frenar.
Por el contrario, la cuarentena obligatoria, que es el ocaso para muchos comerciantes, fue el caldo de cultivo para que germine otro de sus emprendimientos que ya es furor en las redes sociales.
Cámica, revelá lo que valés
Junto a una amiga, el pasado 4 de junio lanzaron su proyecto Cámica para vender lencería y pantalones piyamas que se pueden usar de día y en la calle. Todos productos con sello propio, que ellas diseñan y mandar a fabricar. "Le metimos tanta onda, diseñando cada mensaje para la gente que compra nuestros productos, que nos quedamos sin stock. Realmente ha sido un furor", advirtió la joven diseñadora.
Con los productos que venden, también promueven la idea de que la gente que los compra revelen sin miedo lo que lleven puesto, que se animen a mostrarse, se valoren y se quieran.
"Con Saboreame -su otro emprendimiento gastronómico- estoy parada, pero con Revela Camica sigo trabajando a full", expresó Mica.
Saboreame es el negocio que montó con anterioridad y fue un éxito para fusionar el diseño con la venta de viandas naturales. Las redes sociales también jugaron a su favor y en la situación pre pandemia no dio abasto con tantos pedidos.
Pero las restricciones vigentes aún para los comerciantes que se dedican a la gastronomía pusieron en pausa esta iniciativa; y en su lugar tomó fuerza Cámica, su otro proyecto. Lo pueden encontrar con ese nombre en Facebook e Instagram.
La bicicleta, en cualquier caso y bajo distintas circunstancias, sigue siendo una clave para esta joven a lo hora de motivarse. Cuando otros hubiese renunciado a la posibilidad de volver a pedalear, tal vez por miedo o porque la experiencia de andar sobre dos ruedas puede disparar emociones encontradas; en el caso de Mica no fue así y la bicicleta es una especie de terapia.
"Si me siento un poco mal, agarro la bici y no paro", concluyó la joven cipoleña.